Thank you my God

Thank you, my God, I love you.

My brothers and sisters in Christ, I want to share with you my testimony of faith and what God has done in my life with His great love, forgiveness, and mercy.
Now I’m going to tell you what the Lord did in my life, healing my illness and saving my life. I was spiritually and emotionally ill. I felt sad and everything scared me. I only saw the negative. Everything seemed bad to me. I felt powerless, lonely, and bitter, even though I have my family.

That’s how I felt, and I couldn’t find any meaning in my life. Well, that’s how I felt, and even in the midst of all that, I didn’t give up and I sought to draw closer to prayer, the sacraments, confession, and going to Mass to receive Communion and serve in the Church.
God healed me through the word of our Lord Jesus Christ, which is love, life, and hope. Now I’m well. The Lord gave me peace and joy in my heart and a new life to strive to be a better person by persevering in prayer and in His word.

When we gather on Sundays and at all the Masses we celebrate, I thank God for all the blessings and wonders He bestows upon us and His Church.
I want to thank my brothers and sisters who teach us faith in that loving and merciful God. May God always bless and protect you.
I want to ask your forgiveness with all my heart if, consciously or unconsciously, I have offended you with my past mistakes and sins. I also want you to know that I join all of you in your prayers for the Church and in fraternal love, unity, and respect.

I love you, my brothers and sisters in Christ.

Thank you, my God. Thank you for giving us our Mother Mary, who is our intercessor.

Thank you, Mother Mary.

By: Anonymous

Gracias Dios mío, te amo.

Mis hermanos en cristo, quiero compartir con Ustedes mi testimonio en la fe y lo que Dios ha hecho en mi vida con su gran amor, perdón, y misericordia.
Ahora voy a contarles lo que el Señor hizo en mi vida sanando mi enfermedad y salvando mi vida. Yo estaba enferma espiritual y emocionalmente. Me sentía triste y todo me daba miedo. Solo veía lo negative. Para mí todo era malo. Me sentía sin fuerzas y en soledad y amargura, aunque tengo a mi familia.

Así me sentía yo y ni encontraba sentido a mi vida. Bueno, así me sentía y aún en medio de todo eso, no me rendía y busqué acercarme más a la oración, a los sacramentos, a la confesión, e ir a misa para comulgar y servir en la Iglesia.
Dios me sanó a través de la palabra de nuestro Señor Jesucristo que es amor, vida, y esperanza. Ahora estoy bien. El Señor me dio la paz y la alegría en mi corazón y una nueva vida para esforzarme en ser mejor persona perseverando en la oración y en su palabra.

Cuando nos reunimos los domingos y en todas las misas que celebramos, le doy gracias a Dios por todas las bendiciones y maravillas que derrama sobre nosotros y Su Iglesia.
Quiero darle gracias a mis hermanos que nos enseñan la fe en ese Dios amoroso y misericordioso. Que Dios los bendiga siempre y los proteja.
Quiero pedirle perdón con todo mi corazón si consiente o inconscientemente les he ofendido con mis errores y pecados del pasado. También quiero que sepan que me uno a todos ustedes en sus oraciones por la Iglesia y en amor fraterno,
la unidad, y el respeto.

Los quiero, mis hermanos en Cristo.

Gracias Dios mío. Gracias por darnos a nuestra Madre María, que es nuestra intercesora.

Gracias, Madre María.

Por: Anónima